lunes, 2 de octubre de 2017

Excursión X114: Sierra de la Cabrera

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Cabrera
Final: La Cabrera

Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 13,8 Km 
Desnivel [+]: 734 m 
Desnivel [--]: 734 m 
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 5

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN
De nuevo en La Cabrera, para andar su sierra y el recorrido del GR-10, que me resta por andar, entre este pueblo y Valdemanco ¡aún a sabiendas! de la gracia que les hace a los compañeros, pero qué le vamos hacer, son gajes del compañerismo.

Con una temperatura, algo más elevada de la que corresponde, a las fechas en que estamos; arrancamos a las 09:20h, en la Av, de la Cabrera , a 1.035 metros. Vamos en dirección Oeste, por la c/. Carlos Ruiz, pasando por la Plaza de la Concordia, donde está la Parroquia de la Inmaculada Concepción.

Situada en el centro urbano; se compone de una nave central, con un arco de piedra del siglo XVI, el presbiterio del siglo XVIII y la sacristía de la época de la posguerra. Así como una torre campanario. En su interior se encuentran las imágenes de la Purísima Concepción, que da nombre a la iglesia, además de las de San Antonio y San Lucas, este último patrón del municipio, cuyas fiestas se celebran en octubre. Está levantada íntegramente en granito de la zona, guardando semejanza con otras iglesias de La Sierra Norte.

A continuación cruzamos la Plaza de la Concepción, donde se ubica la Casa Consistorial. La Cabrera durante la ocupación musulmana se situaba en la llamada “Tierra de Nadie” ó “Marca Media”, zonas que separaban los territorios cristianos de los islámicos, motivo por el que se la consideraba despoblada durante esa época.

No existen documentos que aporten datos concretos, pero se cree que fue durante la época de la Reconquista cuando se cita a La Cabrera como núcleo de población.

Desde la plaza, callejeamos hasta desembocar en la calle Subida del Convento, por donde sale el GR-10 y nosotros por él. El camino esta hormigonado, estando jalonado por las estaciones del calvario, que finaliza en el Convento de San Antonio (2,5km).

A los pies del convento, el grupo se divide; atrochando unos para llegar hasta la puerta y los otros seguimos la calzada principal.

Una vez reagrupados, continuamos por el Camino del Reconquillo, tras las señales del gran sendero, remontando hasta los 2,7 kilómetros, momento en que se invierte el trazado. Seguidamente dejamos un ramal a derecha y llegamos al Collado de la Cabeza (2,95km).

Desde aquí parte a izquierda, la vereita que se dirige al cerro de La Cabeza, donde todavía quedan los restos del Castro Areváco y la necrópolis de la Tumba del Moro.

Los arévacos o aravacos, fueron unos de los pueblos celtas, más fieros que poblaron el centro de la península Ibérica; entre las provincias de, Ávila y Logroño, desde los comienzos de nuestra era, hasta el siglo VII.

Este emplazamiento, posiblemente fue reutilizado en época visigoda, lo que explicaría la existencia, a los pies del cerro, de la necrópolis de la Tumba del Moro.

Insuflados con la dosis de culturilla, reanudamos la marcha aterrizando en una bifurcación (3,55km – 1.120m), punto más bajo de la ruta. Continuamos a derecha, rodeando la sierra y guiados perfectamente por las marcas, blanco y rojo (aunque a veces también esta acompañada de una franja amarilla, que puede confundir). Con subidas y bajadas, nos presentamos en el cementerio de Valdemanco (5,65km – 1.159m), confluencia con el PR-M13, que desde aquí recorre toda la Sierra de la Cabrera, por su cara norte, y finaliza en el pueblo de La Cabrera.

Abandonamos el GR-10, que se dirige al pueblo de Valdemanco y giramos a derecha, siguiendo ahora la señal, blanca y amarilla del PR.

Comenzamos el ascenso que nos llevará hasta Cancho Gordo, por un amplísimo camino, con varios trazos, persiguiendo las marcas, pasamos junto a un abandonado abrevadero poco a poco ganamos altura, rodeando el cerro de la Torre de Valdemanco, pico mas oriental de la sierra.

Finalmente alcanzamos un pradera, por la que llaneamos, hasta el punto, en que dejamos por un tiempo el PR (6,19km – 1.340m).

Seguimos pues la senda de la derecha, que se enfila hacia los riscos, sumando altura hasta que nuevamente discurre por la ladera, paralelo al sendero principal, pero unos cincuenta metros más arriba. Y llegamos a la segunda bifurcación (6,83km – 1.444m), que repetimos a derecha, para atacar sin piedad, la vertiente Noroeste, con tramos que supera el 30%, y alcanzar la planicie entre los dos picos (7,15km).

Pues ciertamente el Cancho Gordo, son dos picos, el que esta al Oeste de 1.561m, y el que esta al Este, que lo supera en dos metros, separados por una pequeña franja de tierra, a especie de collado.

Mi afán por hacer circular la ruta, es tal que trepamos por la izquierda y descendemos por la derecha. Alcanzado el vértice geodésico a 1.563 metros., nos tomamos un merecido descanso, aprovechando para comer y deleitarnos con el paisaje que divisamos.

Con la obligada precaución, descendemos del pico y giramos a la izquierda rodeándolo. Dejamos a la derecha el Cancho de la Cruz y bajamos por la serpenteante senda al Collado de Alfrecho, del cual parte hacia el Sur, una vía que lleva a las cercanías del Convento de San Antonio.

Nosotros nos reencontramos con el PR-M13 y lo seguimos en dirección Este, dejando a la derecha el Cancho de la Bola, varios cerros más y la Peña del Águila. Así mismo dejamos; El Pornoso, Las Agujas de las Pedrizas y el Cancho de los Brezos, antes de tocar la base del Pico de la Miel (10,4km).

Nuevamente hay que trepar, subimos por donde Dios nos da a entender y pisamos la cima a 1.392 metros. Un pequeño descanso, alguno del grupo que pica algo y los más, que solo ingerimos líquido. Sesión de fotos, escrutamos el horizonte reconociendo promontorios y pueblos, y bajamos a la base.

En vez de regresar a la senda del PR, en el lado Norte, decidimos Dejarnos caer digo bien, dejarnos caer por el derrotero, que se despeña por la vertiente Sur de la sierra, y bien que lo notamos, en la temperatura a medida que bajamos.

Casi no nos lo creemos, pero lo hemos conseguido y eso que Jorge ha bajado con un tobillo lesionado. Estamos en el camino que bordea el pueblo y aunque la idea era andar por él, para pisar el menor asfalto posible, la impaciencia de “alguien” por finalizar, hace que sigamos en dirección Sur y terminemos en la antigua carretera, antes de lo deseado.

Pues nada, bajo un sol que nos castiga más de lo esperado, retornamos al punto de partida, felicitándonos por la magnifica ruta y buscando el bar más cercano para hidratarnos con una cerveza bien fría.
Por todo lo relatado, esta ruta se merece 5 estrellas.
Cristóbal López

FOTO REPORTAJE

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