martes, 23 de mayo de 2017

Excursión X105: Peña El Águila y La Peñota

FICHA TÉCNICA
Inicio: Las Dehesas
Final: 
Las Dehesas
Tiempo: 7 a 8 horas
Distancia:  17,8 Km
Desnivel [+]: 1339 m
Desnivel [--]: 1339 m
Tipo: Circular
Dificultad: Alta
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta
























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN
Partimos del aparcamiento de Majavilán, saliendo en dirección noroeste hacia la senda que asciende al Collado de Marichiva, al que llegamos después de remontar, con fuerte pendiente, el bosque del Hoyuelo. 

Desde el collado ascendimos, por el GR-10 en dirección suroeste, a Peña El Águila (2.008m), con impresionantes vistas de la Mujer Muerta y valle del río Moros. Giramos al sureste para descender al Collado de Cerromalejo, desde el que ascendimos a la Peñota 1.944 metros y sus dos riscos colaterales. 

Desde ellos, descendimos en dirección suroeste hacia el Collado de Gibraltar y posterior ascenso al Cerro del Mostajo (1.718m), donde abandonamos el GR-10 para girar a la izquierda, en dirección sureste por una senda que desciende por La Molinera, y que al poco dejamos para continuar en dirección noreste por una senda que discurre por la Solana de la Molinera, la ladera sur de la Peñota. 

Es una senda poco transitada, desdibujada en algunos de sus tramos, muy cubiertos de matorral, que cruza un arroyuelo y al poco el arroyo de la Peñota, donde la vegetación de ribera puso algo de color y sombras a la despejada loma, muy calurosa, hasta alcanzar el Collado del Rey. 

Desde el collado, continuamos en dirección norte, por la pista forestal de Calle Alta, que abandonamos al poco de parar en la fuente del Astillero, iniciando un descenso de gran pendiente, en dirección este, por la Loma de la Cierva y la Ladera del Infierno, arroyo que acompañamos hasta alcanzar el Camino Viejo de Segovia, junto a una pradera. 

Desde allí, en dirección noreste continuamos por dicho camino, cruzando el Arroyo del Infierno y del Balsainejo, a pocos metros por encima de la carretera que pasa por el Hospital de la Fuenfría y la Escuela de Ingenieros de Montes. Y tras cruzar el arroyo de Pinolobero y Majavilán, llegamos a la fuente del mismo nombre, junto al aparcamiento donde habíamos iniciado la ruta. 

En resumen, una larga ruta, con muchos aliciente y rápida ascensión a Peña El Águila y La Peñota, con garantía de bonitas vistas, por lo que se merece 4,5 estrellas.
Paco Nieto

FOTOS

sábado, 20 de mayo de 2017

Excursión X104: Los Peñascales y Torre de los Lodones

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: Torrelodones
Final: Torrelodones
Tiempo: 3 a 4 horas
Distancia: 10,6 Km
Desnivel [+]: 237 m
Desnivel [--]: 237 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta














PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta













TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Nueva ruta con mi sobrino Alejandro con paseo hasta el embalse de los Peñascales y después a la Torre de los Lodones, dos de las atracciones de Torrelodones.

Salimos de la plaza del ayuntamiento y, siguiendo por la calle Real, cruzamos la Avenida Conde de las Almenas, título que ostentaba el primer propietario del cercano Palacio del Canto del Pico, uno de los símbolos más reconocibles del pueblo, caído en desgracia y en el más terrible de los abandonos.

Dejamos atrás la rotonda del Dedo Gordo, mediocre reproducción del que fue un risco que había a la salida del pueblo, junto a la antigua carretera de la Coruña, volado en la construcción de la autovía A-6.

Continuamos hacia el campo de fútbol y nada más alcanzarlo, giramos a la izquierda, descendiendo hacia el cementerio, al que rodeamos por su lado oeste.

Desde allí, giramos a la izquierda, para conectar con la Avenida de los Peñascales y calle Júcar hasta alcanzar la presa del embalse de los Peñascales, oficialmente llamado de Gabriel Enríquez de la Orden, aunque pocos deben de saberlo.

Fue construido en 1962 para abastecimiento de agua de las urbanizaciones de su entorno, si bien ha perdido este uso con el desarrollo de otras infraestructuras hidráulicas por parte del Canal de Isabel II, que suministran agua a las viviendas de Los Peñascales.

La presa tiene 179 metros de longitud y 18 metros de altura, que no impiden que su capacidad de
almacenamiento se haya mermado mucho por la continua sedimentación a que está sometido.

El humedal al que ha dado lugar el embalse está integrado, desde el año 1985, dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, así como su zona de influencia, poblada por sotos y encinares carpetanos.

Tras una situación de medio abandono, el Ayuntamiento de Torrelodones aceptó el 16 de junio de 2014 la cesión gratuita de los terrenos que ocupa el embalse de Los Peñascales así como la presa, ante el riesgo que existía de inicio de un expediente de puesta fuera de servicio de la presa y su desaparición a medio plazo.

En el sentido horario, fuimos bordeando su ribera, siguiendo una preciosa senda que lo circunda.

Es un placer pasear por la preciosa senda, que rodeada de juncos, zarzamoras, jaras y flora de ribera serpentea entre las lujosas viviendas que lo circundan, dejando ver a cada recodo el embalse.

Un par de puentes salvan los arroyos que lo nutren de agua, especialmente bonito es el puente sobre el arroyo de Trofas, el que más caudal aporta.

Al terminar de completar la vuelta a las aguas, en la otra punta del muro de la presa, continuamos por las escalinatas que descienden con cierta pendiente hacia la antigua depuradora, frente a la cual hay un puesto de control de la urbanización, un pequeño aparcamiento, un buzón de correos, una parada de autobús, una fuente y un banco, para que no falte de nada.

Continuamos por la Avenida del Lago, para a los pocos metros desviarnos por el camino que, paralelo al arroyo de Pretil, se interna después, convertido en senda, en el Prado de la Solana, ascendiendo entre encinas, en dirección noroeste, de nuevo hacia el cementerio, al que se llega tras cruzar el arroyo de Villarejo.

Bordeamos el cementerio por su cara sur y, al ver que la puerta norte del campo de fútbol Julián Ariza estaba abierta, entramos a tomarnos un refresco en su bar.

Tras el breve descanso, salimos al paseo de Joaquín Ruíz Jiménez para enseguida llegar a la Avenida Conde de la Almenas, para por la calle Camino de Valladolid continuar hasta desviarnos a la izquierda hacia la explanada del punto limpio y, nada más pasar bajo la A-6, ascendimos por la escalinata que conduce a la Torre.

Entre los riscos, llegamos a la emblemática atalaya musulmana que dio origen al pueblo, allá por los siglos IX a XI y que tenía como misión vigilar uno de los caminos que se dirigía hacia los pasos de la Sierra de Guadarrama, el que en 711 utilizó Tariq para su avance por la parte norte de la península ibérica.

A sus pies se contempla buena parte de la Sierra de Guadarrama y medio Madrid a lo lejos, así como el pueblo a vista de pájaro y el abandonado a su suerte Palacio del Canto del Pico.

Continuamos por el camino que en dirección suroeste alcanza un pequeño bello pinar, que da paso, a la izquierda, a una senda que entre pinos y jaras desciende hacia el Mirador de Las Marías y, más abajo, a otro mirador desde el que se tiene unas preciosas vistas de la planicie de Madrid, mientras abajo no paran de cruzar trenes por las vías que, poco más arriba llegan a la estación de Torrelodones.

Tras el descanso contemplativo, continuamos el descenso por una de las muchas veredas que surcan este bonito enclave hasta llegar de nuevo a la explanada del punto limpio.

Con las primeras luces de la tarde, pasamos bajo los puentes de la A-6 entramos de nuevo en la plaza de la Constitución, donde se ubica el ayuntamiento, origen y final de esta estupenda excursión por dos de los parajes más naturales y sorprendentes de Torrelodones y que bien merece ser calificada con 4 estrellas.
Paco Nieto

jueves, 18 de mayo de 2017

Excursión X103: Embalses de Navacerrada

FICHA TÉCNICA
Inicio: Navacerrada
Final: 
Navacerrada
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  17,8 Km
Desnivel [+]: 662 m
Desnivel [--]: 662 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RESUMEN
Comenzó muy negro el día, había llovido intensa, ente por la noche y todo hacía presagiar que nos íbamos a calar, tanto era así, que nada más levantarnos el wahsap no paraba de sonar, con mensajes de desánimo e invitaciones a suspender la ruta.

Pero fuimos valientes y excepto el más escéptico, nos aventuramos a seguir, recompensa: ni una gota y día magnífico para caminar.

Así es que preparados para lo que fuera menester soportar, nos acercamos al aparcamiento del restaurante Las Postas, donde iniciamos la ruta, dirigiéndonos hacia la rotonda de entrada a Navacerrada, girando a la izquierda para seguir una senda que cruza el arroyo de la Golondrina y se dirige en dirección oeste a la Fuente de los Cabreros. 

Continuamos hacia el suroeste y luego al norte hasta la Fuente del Raso, siguiendo una pista que abandonamos en la fuente para acercarnos, en dirección oeste, para subir al Cerro de las Ruedas, mirador de hermosas vistas de 360 grados desde el que se tienen una bonita panorámica de Cercedilla. 

Regresamos sobre nuestros pasos hasta alcanzar de nuevo a la pista, continuando por el Raso de la Majadilla, y en dirección noreste por un camino que nos llevó hasta el Collado del Buey. 

Allí dejamos el camino para seguir una senda que nos acercó al Cerro de la Golondrina, continuando por la Dehesa de la Golondrina hasta alcanzar el Colladillo y el Collado del Portazgo, en la Fonda Real. 

Cruzamos la carretera de subida al puerto de Navacerrada y nos incrustamos en el pinar de Antón Real, parando previamente en un merendero a tomara el bocadillo, seguimos hasta llegar al Embalse del Chiquillo, primero de los cinco embalses de esta ruta. 

Desde el embalse, en dirección norte nos dirigimos a la Barranca, siguiendo una senda que discurre por el Pinar del Canto Negro, en dirección noreste hasta alcanzar el hotel de La Barranca, donde visitamos el embalse del Ejército del Aire y el del Pueblo de Navacerrada, que están uno a continuación del otro. 

Lugar desde el cual parten numerosas posibles rutas por este hermoso valle, las más ambiciosas con final en el Puerto de Navacerrada o en la Maliciosa.

Siguiendo el Camino de los Almorchones descendimos, en dirección sur, paralelos al río Navacerrada hasta alcanzar el pequeño pero precioso embalse de los Almorchones, en un rincón íntimo de gran belleza en el que el agua rebosa por su presa formando dos bonitas cascadas.

Aquí se solían bañar antaño los jóvenes de Navacerrada, por eso se le llama la presa del Baño. 

A continuación, siguiendo descendiendo, llegamos a la Casa de los Almorchones, abandonándolo para seguir por una senda en dirección este, que al poco gira hacia el sur y tras cruzar la carretera M-607. 

Continuamos por la Senda del Dedo, coincidente con el GR-10 y el Camino de Santiago, continuando por el Paseo de la Longuera, una senda en la que se muestra una variada muestra de flora autóctona. Al terminar de recorrer este agradable paseo, alcanzamos el embalse de Navacerrada, que rodeamos hacia la derecha hasta salir por la urbanización Mata del Rosal y de allí de nuevo al aparcamiento de las Postas.

Por todo lo visto y disfrutado esta excursión se merece 4 estrellas.
Paco Nieto

FOTO REPORTAJES
Foto reportaje de Paco Nieto


FOTOS

domingo, 14 de mayo de 2017

Excursión X102: Embalse del Pradillo

FICHA
 TÉCNICA
Inicio: La Isla
Final: La Isla
Tiempo: 2 a 3 horas
Distancia: 6,5 Km
Desnivel [+]: 149 m
Desnivel [--]: 149 m
Tipo: Circular
Dificultad: Baja
Pozas y agua: Sí
Ciclable: Sí
Valoración: 4
Participantes: 3

MAPAS 
* Mapas de localización y 3D de la ruta
























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH

RUTA EN RELIVE
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RESUMEN
Para dar un tranquilo paseo con mi sobrino Alejandro por unos de los parajes más bellos de la sierra, nos acercamos a la zona recreativa de la Isla, en Rascafría. 

Desde el aparcamiento de la Isla, remontamos el arroyo de la Angostura, una de las fuentes del río Lozoya, por su margen izquierda.

Al poco, ya se hacia sentir el estruendo del agua al caer del muro de la presa del Pradillo, que conforme nos acercábamos era cada vez más espectacular su salto de agua.

Esta presa se construyó para surtir de agua a los motores de la antigua fábrica de la luz, que hace años desapareció, y está sin uso desde entonces, pero que crea una pequeña cascada bastante atractiva en cualquier época del año.

Junto a ella nos hicimos las inevitables fotos para el recuerdo, continuando a su vera hasta el comienzo del embalse, que a esta hora parecía un espejo donde se reflejaban las nubes, dándole un aspecto muy romántico al valle.

Continuamos el suave ascenso, pasamos junto a la caseta de medición del caudal del río, igualmente en desuso, y pegados lo más posible al agua, seguimos la refrescante senda que al poco se acerca a una bonita poza, con pequeño salto incluido, donde el agua se arremolina antes de caer en una gran poza.

Aunque queríamos ir siempre junto al arroyo, la orografía de la ribera, repleta de majestuosos pinos, nos obliga a alejarnos en el tramo final, antes de llegar al precioso puente de la Angostura, uno de los bellos de la sierra.

Está encajado en la apretura granítica que le da nombre, entre abedules barbudos y una maraña de brezos y rosales silvestres. Este arco de seis metros de luz, de mampostería sin labrar, que Felipe V mandó construir para poder viajar en coche de La Granja a El Paular, yace, desde hace más de un siglo, en un romántico abandono, que le favorece mucho.

Lo cruzamos, y antes de retornar por el otro margen del río, nos acercamos a contemplar una bonita área con amplias praderas verdes, al final de la cual se encuentra la maravillosa poza de la Angostura, una de las más grandes y profunda de la zona.

Tras su contemplación, retornamos hacia al puente y, sin cruzarlo, nos acercamos al agua para contemplar su hermoso arco desde su lado más fotogénico.

Remontamos el repecho donde se encaja el arroyo y buscamos el sendero señalizado como RV1, que paralelo al arroyo, desciende hasta llegar de nuevo a la presa del Pradillo, en la orilla contraria a la que estuvimos. Este recorrido es muy hermoso, entre pinos, helechos y vegetación de ribera, cruzamos el arroyo de Valhondillo y dos más a continuación muy fácilmente gracias a unas pequeña pasarelas de madera.

Junto al embalse, disfrutamos de las magníficas vistas que proporciona el contraste de sus amansadas aguas con el bosque de su alrededor. Continuamos bordeando el embalse, ganando algo de altura y deleitándonos de las panorámicas que desde el acantilado se tienen.

Al alcanzar el muro de la presa, bajamos a contemplar cómo se precipita el agua al rebosarlo. La perspectiva del valle de la Angostura desde aquí es majestuosa. La sensación de paz y sosiego, solo roto por el armonioso sonido del agua y el canto de los pájaros, es total.

Tras la bella estampa, seguimos descendiendo aguas abajo, hasta alcanzar La Isla, tras cruzar por un puente el que aguas abajo pasa a ser río Lozoya. Al llegar al aparcamiento, nos acercamos a comer en el restaurante Los Claveles.

Después cogimos el coche y nos fuimos al Monasterio de El Paular, para dar un paseo por Las Presillas y el Bosque Finlandés, dando así por finalizada esta excursión que bien se merece 4 estrellas.
Paco Nieto