martes, 24 de enero de 2017

Excursión X074: Puente de la Marmota

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puente del Grajal
Final: 
Puente del Grajal
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  15,5 Km
Desnivel [+]: 555 m
Desnivel [--]: 555 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Nos damos cita cuatro componentes del que hoy podríamos llamar GsTA (grupo de senderismo de Torrelodones y Aluche); Fernando, José Luis, Paco y Cristobal, para realizar una ruta por el Canal de Isabel II y el Río Manzanares, desde la carretera M-618, km: 6,85, en el cruce de ésta con el río, hasta el puente de la Marmota. 

La elección de esta ruta ha sido para que Fernando, que procede de Burgos, conozca la carretera entre Hoyo de Manzanares y Colmenar Viejo, sobre todo las curvitas en el cruce con el Río Manzanares.

Jose Luis condujo el coche con prudencia, para llegar al pequeño aparcamiento, situado entre la carretera y la Presa del Grajal. Estamos a 770m, y comienza la sesión de fotos con el Puente del Grajal como fondo.


Sin fecha determinada aunque alrededor del siglo X, esté puente está construido en piedra de granito, encajada en la estructura mediante mampostería, excepto en las dovelas, que están formadas por sillares regulares. Con un solo arco de medio punto, de sillería con tímpano y pretil, solucionados por sillares y sillarejo y cimentado directamente sobre la roca. Tiene una luz de 10 metros y el ancho de su tablero es de 3,34 metros.

Aunque se cree de origen romano, por haber pertenecido probablemente a una vía transversal al paso del Itinerario de Antonino, que atraviesa el Puerto de la Fuenfría, uniendo Galapagar con Colmenar Viejo. 
El puente se remodeló durante el siglo XVIII, y alteró en parte su aspecto.

Entre los siglos IX al XI en época andalusí, formo parte del camino militar que unía Talamanca del Jarama con el Valle del Tiétar, enlazando las atalayas y ciudadelas fronterizas que componían la parte del sistema defensivo cordobés conocido como Marca Media, para frenar las incursiones de los cristianos del norte.

Continuamos cruzando la carretera que soporta el Puente Nuevo del Grajal, construido en 1895, y descendemos al camino bajo el que corre el agua proveniente de la Presa del Grajal, que a su vez se alimenta del embalse de Santillana, que fue construido
 a iniciativa de Joaquín de Arteaga y Echagüe, marqués de Santillana y duque del Infantado, para regular el caudal y alimentar tres saltos de agua que generarían electricidad, además de llevar agua potable a la zona Noroeste de Madrid. Se inauguró en 1908, situándose el primer salto en la propia presa, el segundo junto al Arroyo de Navallar (único en servicio) y el tercero en el Cerro de la Marmota.

En 1971, ya siendo propiedad del Canal de Isabel II, y como principal utilidad el abastecimiento de agua, se construye una nueva presa de 40 metros de altura (5 más que la anterior), permitiendo duplicar la capacidad del embalse original (de 47 a 91,2 Hms cúbicos).
 Aunque sumergido el primer dique, quedó a la vista la preciosa torre que lo remataba. 

Este tramo es un placer andarlo, viendo el barranco por el que discurre el Río Manzanares, donde se ubicaban molinos y batanes que datan del siglo XVII, de los que quedan algunos restos. Mientras caminábamos surgió la conversación de cómo o cuándo se formó esta ortografía que ahora vemos, pues para saberlo nada mejor que visitar este enlace.

Cuando el canal se pierde en un
túnel (1,42km), seguimos a nuestra derecha por una autentica senda montañera, que rodea el montículo y trazando una gran ese, vuelve a pasar junto a la canalización (1,81km), para alejarse definitivamente bajando hasta el Arroyo de Navarrosillos (0,47h – 2,38km).

Cruzamos el arroyo sin mayor dificultad y subimos hasta la loma, viendo el bonito meandro que dibuja el río en su tranquilo descenso. Deambulando por el cerro, nos despistamos y dejamos pasar un primer desvío (4,84km) y un segundo más (4,93km) que tenia previsto para bajar junto al río y ver las ruinas de algo sin identificar.

Pero el error nos
sirvió para ver dos hermosos ciervos, que en la distancia nos vigilaban. Los dejamos en paz y enmendamos el descuido girando a derecha, descendiendo hasta el Arroyo de Cerro Negro (1,53h – 5,32km), que acompañamos unos metros en su discurrir hacia el cercano río Manzanares. Cruzamos el arroyo y remontamos otra loma, para entroncar (5,75km) con la senda que no deberíamos haber dejado anteriormente. Manteniendo la cota salimos al camino (6,25km) que viene de Colmenar Viejo, seguimos a derecha y logramos tener a mano nuestro objetivo, el Puente de la Marmota (2,06h – 6,25km – 638m), punto más bajo de la ruta.

¿Y porque este nombre? es la pregunta que todos nos hacemos al contemplarlo, pues parecer ser debido a la degeneración fonética del término «mamotar», nombre de uno de los cerros cercanos al viaducto por su forma de mama femenina, esta montaña aparece con el nombre Cabeza de Mamotar en documentos y textos medievales.


El Puente de la Marmota fue realizado entre 1756 y 1758 por orden de Fernando VI (1713-1759). Artífice de diferentes obras de mejora de acceso al Monte del Pardo como; Puerta del Hierro o el Puente de San Fernando. En este caso, se construyó para dar continuidad a la valla de El Pardo, situada en la garganta del Río Manzanares.

Formado por un único arco de medio punto y situado a una altura de 11,5 metros, sus dimensiones son; 45 metros de largo por 4,7 metros de ancho, siendo lo más característico el estar inclinados sus extremos para poder salvar un cambio de altura del terreno. En Septiembre de 2012 se restauro con ayuda del Ejército de Tierra que facilitó un helicóptero para introducir la excavadora y extraer 60 sacas de arena acumulada en su superficie. Viendo el Embalse del Pardo, algunas veces en su ribera hay; jabalíes, ciervos y hasta nutrias.


Nueva sesión de fotos, principalmente entre los profesionales; Paco y Fernando, a los que doy las gracias por sus buenas instantáneas. Tras los posados, desandamos unos metros el camino, tomamos una trocha a derecha, y salimos a la “VP Cordel de Valdeloshielos”. Mi idea era subir al Cerro de las Mesas, lugar muy frecuentado por avistadores de aves y de aquí salir al camino, pero Paco me da una alegría dirigiéndose hacia el Alto de la Marmota, lugar que él ya ha pisado y que yo tenía ganas de conocer por sus extraordinarias vistas.


Continuamos nuestro camino por la Vía Pecuaria y en la pronunciada curva a derecha, la dejamos para escalar la abrupta pendiente, cruzamos el canal junto al depósito que volcaba las aguas a la Central Eléctrica de la Marmota, bastantes años atrás, 
hoy día en desuso y lamentablemente medio en ruinas, y alcanzamos la cima y máxima altura de la ruta (7,53km – 791m), nos damos una tregua que aprovechamos para zamparnos los bocatas con unas estupendas vistas como fondo.

Una última panorámica desde esta atalaya al Embalse del Pardo y Madrid (que apenas se vislumbraba por la contaminación), bajamos hacia el norte, hasta el vacío canal, que nos sirve de guía para volver al camino de Colmenar, que aquí es asimismo “VP Cordel de la Marmota” (8,2km). Ahora quedaba por andar la parte mas “fea” y al mismo tiempo la más descansada, por la que ganando altura llegamos a una bifurcación (9,60km) y un kilómetro después (10,60km), estábamos a la misma altura del Cerro de la Marmota.


Giramos a la izquierda por un camino entre muros, saltamos el de la derecha y cruzando las dehesas para abordar otro camino (restaurado recientemente), lo seguimos a izquierda con la vista del sifón del canal a fondo.

Les hago abandonar el plácido paseo para saltar una alambradita, y durante los minutos necesarios para hacerlo, denoto indicios en el grupo de rebelión. Les convenzo al indicarles el motivo, encontrar un enebro en maceta de piedra, cosa que conseguimos cuando ya había perdido las esperanzas, cerca del punto en que se inicia el sifón, valió la pena el desvío, las fotos lo atestiguan.

Y ahora a cruzar otra vez el Arroyo de Navarrosillos (4,30h – 12,2km), en el que depositaba todas mis esperanzas para reconciliarme con la panda, pues lo recordaba muy bello y de poca dificultad su vadeo, todo lo contrario de la realidad (hay que tener en cuenta la estación).

Aquí ya me lanzan puñales con la mirada, en fin manos a la obra, arrimo unas piedras y paso, no desertan porque no les queda otra opción. Desde el otro lado Paco aporta su granito de arena, bueno en este caso su peñasco para facilitar su cruce.

Remontamos hasta el sifón, fotos y a proseguir que se hace tarde, aceleramos el paso llaneando por encima de la canalización, exceptuando dos pequeñas subidas con su correspondientes bajadas, que nos hacen regresar al punto donde nos separamos esta mañana.

Desandamos el sereno y llano camino por el que discurre la conducción del canal y concluimos la ruta llegando de nuevo al puente del Grajal, donde habíamos dejado el coche.

Por todo ello, esta excursión bien se merece 4 estrellas.
Cristobal López

2 comentarios:

  1. Felicidades por el comentario y por las fotos

    José Luis

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  2. Muy bueno...Excelente. Deseando sumarme a vosotros. Antonio

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