martes, 31 de enero de 2017

Excursión X075: La Almenara

FICHA TÉCNICA
Inicio: Robledo de Chavela
Final: 
Robledo de Chavela
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  12,7 Km
Desnivel [+]: 464 m
Desnivel [--]: 460 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: No
Ciclable: En parte
Valoración: 3
Participantes: 2

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta























PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
Ver esta ruta en Wikiloc

RESUMEN
Dispuestos a pisar el Cerro de la Almenara, hoy tan solo dos componentes del grupo; Paco y yo, nos desplazamos hasta Robledo de Chavela.

Como suele ocurrir versan distintas versiones sobre el origen del nombre de Robledo de Chavela, las más extendida es que Robledo viene del s.VI, cuando los romanos construyen una calzada desde Zarzalejo a Robledo, llamando a este lugar Roburetum, por la concentración de robles en su entorno.

Sobre la segunda parte del nombre, Chavela, aún hay más discrepancias. Una interpretación es que Chavela sería el resultado de la derivación de "ocho en vela", referido al número de soldados que vigilaban en la edad media la fortaleza.

Representados en la torre de la iglesia por los ocho velones o chapiteles que la rematan, o por los ocho pequeños torreones que rodean el ábside del templo. Fue repoblado en el s. XIII.

Iniciamos el recorrido en la carretera M-512, cruce con la Avenida de Nuestra Señora de Navahonda, seguimos esta calle en dirección Sur, guiados por las indicaciones que señalan el Camino de Navahonda.

En la rotonda giramos a la derecha y enfilamos el Camino de Navahonda o Camino de la Ermita, coincidente con el GR-10, vamos dejando el pueblo y el camino toma el carácter campestre, con sus muros de piedra impregnados de musgo, custodiando las dehesas.

Vemos balizas que indican que andamos por una Senda Verde de la CAM y en el tramo de Robledo de Chavela a las Dehesas de Navahonda. También el mismo poste soporta las marcas rojas y blancas del GR.

Sobre los 23 minutos desde que iniciamos la ruta y recorridos 1,66 km, encontramos la Fuente la Mariquita, que en realidad es una mina, a pocos metros antes de una perrera.

Dejando entradas de fincas a izquierda y derecha, rebasamos a los 35 minutos y 2,45 km, la Fuente el Tejar, según letrero y Fuente de la Duquesita, según el mapa del IGN, y digo rebasar porque está a la derecha, en una bolsa que hace el camino, por bajo de su nivel y al ser también una mina, pasa desapercibida.

Tal es así que en la ida no la vimos, debido también a la intensa niebla. En el regreso pusimos todo nuestro empeño para encontrarla y decepcionarnos al ver que no tenía agua. Denunciar que ambas están muy abandonadas y merecerían una limpieza y rehabilitación.

Proseguimos con un pequeño desnivel, que se incrementa cuando la calzada hace una doble curva a izquierda y derecha.

Ya hemos dejado a la izquierda, el impresionante pico del Almojon y transitamos bajo el Alto de Navahonda, pasamos un desvío a derecha, por donde está marcado el GR, que en 300 metros vuelve a salir al camino principal. Vemos a izquierda otra posible fuente que al estar seca hace de madriguera 4****.


En menos de medio kilómetro se abre otra vereda a la derecha de apenas 100 metros que igualmente se une al camino en lo que se puede definir como un pequeño collado (4,05h – 4,11km).

Momento en el que cruzando un torno que queda a la derecha, trocamos el buen camino por una vereda que circula unos metros junto a la alambrada para rápidamente anunciarnos lo que nos espera, con pendientes de hasta el 35%. Bien es cierto que siendo esta la senda principal, fue la que utilizamos en la bajada, pues debido a la niebla subimos por otra huella que casi paralela nos entroncó con la principal, (sobre los 5km).

Iniciamos una pequeña bajada a un collado natural, que extrañamente no tiene sendas en sentido transversal, posiblemente a las tremendas pendientes que debe tener. Acometemos la última subida, señalizada con hitos, que con pequeños descansos y una media del 20%, nos llevara a la cima del Cerro de la Almenara.

Sobre una vegetación de encinar, pino negral y piñonero de gran porte y antigüedad, pues alguno supera los dos metros de diámetro.


Finalmente estamos al pie de La Almenara, nos queda por trepar literalmente unos 40 metros para pisar los 1.259 metros junto a los puntos geodésicos; pues tiene dos, uno sobre un cúmulo de piedras al que Paco no renunció a encaramarse, pese a la dificultad para conseguirlo.

Hechas las fotos pertinentes y al no poder deleitarnos con las inmejorables vistas que debe tener, por la espesísima niebla, decidimos poner en práctica mi lema: sentido común y prudencia.

La ruta que teníamos trazada continuaba bajando por la cara sur del cerro, pero dejamos este tramo para otro día y regresamos desandando el camino con tan solo pequeñas variantes por los trazados paralelos que bajan al collado (2,44h - 7,2km).

Tomamos el pequeño refrigerio, son las 12 y mira por donde comienza a levantarse la niebla, hasta podemos ver la antena mayor de la Estación de Seguimiento y Adquisición de Datos de la NASA.

Proseguimos y esta vez sin perder de vista la senda principal descendemos al Camino de Navahonda o Camino de las Casas de Navas del Rey, según consta en el mapa del Instituto Geográfico Nacional.

Este camino debe ser del s. XII, pues la talla de la Virgen de Navahonda fue encontrada en este valle en el 1114 y queriendo llevársela los segovianos, las caballerizas se detuvieron milagrosamente en el lugar que ocupa la Ermita, razón por la que decidieron que se quedara allí.

Desde este punto solo nos queda andar los 4 kilómetros que nos separan de Robledo, ahora con estupenda visibilidad, que nos permite ver todo lo que anteriormente nos impidió la niebla.

Finalizamos tras casi 5 horas y 13 kilómetros, lo celebramos en el restaurante Almenara ¡no podía ser en otro lugar! y hasta la próxima.

Por la poca visibilidad que hemos tenido, la nota de esta excursión ha bajado mucho, quedándose en 3 estrellas.
Cristobal López

martes, 24 de enero de 2017

Excursión X074: Puente de la Marmota

FICHA TÉCNICA
Inicio: Puente del Grajal
Final: 
Puente del Grajal
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia:  15,5 Km
Desnivel [+]: 555 m
Desnivel [--]: 555 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 4
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Nos damos cita cuatro componentes del que hoy podríamos llamar GsTA (grupo de senderismo de Torrelodones y Aluche); Fernando, José Luis, Paco y Cristobal, para realizar una ruta por el Canal de Isabel II y el Río Manzanares, desde la carretera M-618, km: 6,85, en el cruce de ésta con el río, hasta el puente de la Marmota. 

La elección de esta ruta ha sido para que Fernando, que procede de Burgos, conozca la carretera entre Hoyo de Manzanares y Colmenar Viejo, sobre todo las curvitas en el cruce con el Río Manzanares.

Jose Luis condujo el coche con prudencia, para llegar al pequeño aparcamiento, situado entre la carretera y la Presa del Grajal. Estamos a 770m, y comienza la sesión de fotos con el Puente del Grajal como fondo.


Sin fecha determinada aunque alrededor del siglo X, esté puente está construido en piedra de granito, encajada en la estructura mediante mampostería, excepto en las dovelas, que están formadas por sillares regulares. Con un solo arco de medio punto, de sillería con tímpano y pretil, solucionados por sillares y sillarejo y cimentado directamente sobre la roca. Tiene una luz de 10 metros y el ancho de su tablero es de 3,34 metros.

Aunque se cree de origen romano, por haber pertenecido probablemente a una vía transversal al paso del Itinerario de Antonino, que atraviesa el Puerto de la Fuenfría, uniendo Galapagar con Colmenar Viejo. 
El puente se remodeló durante el siglo XVIII, y alteró en parte su aspecto.

Entre los siglos IX al XI en época andalusí, formo parte del camino militar que unía Talamanca del Jarama con el Valle del Tiétar, enlazando las atalayas y ciudadelas fronterizas que componían la parte del sistema defensivo cordobés conocido como Marca Media, para frenar las incursiones de los cristianos del norte.

Continuamos cruzando la carretera que soporta el Puente Nuevo del Grajal, construido en 1895, y descendemos al camino bajo el que corre el agua proveniente de la Presa del Grajal, que a su vez se alimenta del embalse de Santillana, que fue construido
 a iniciativa de Joaquín de Arteaga y Echagüe, marqués de Santillana y duque del Infantado, para regular el caudal y alimentar tres saltos de agua que generarían electricidad, además de llevar agua potable a la zona Noroeste de Madrid. Se inauguró en 1908, situándose el primer salto en la propia presa, el segundo junto al Arroyo de Navallar (único en servicio) y el tercero en el Cerro de la Marmota.

En 1971, ya siendo propiedad del Canal de Isabel II, y como principal utilidad el abastecimiento de agua, se construye una nueva presa de 40 metros de altura (5 más que la anterior), permitiendo duplicar la capacidad del embalse original (de 47 a 91,2 Hms cúbicos).
 Aunque sumergido el primer dique, quedó a la vista la preciosa torre que lo remataba. 

Este tramo es un placer andarlo, viendo el barranco por el que discurre el Río Manzanares, donde se ubicaban molinos y batanes que datan del siglo XVII, de los que quedan algunos restos. Mientras caminábamos surgió la conversación de cómo o cuándo se formó esta ortografía que ahora vemos, pues para saberlo nada mejor que visitar este enlace.

Cuando el canal se pierde en un
túnel (1,42km), seguimos a nuestra derecha por una autentica senda montañera, que rodea el montículo y trazando una gran ese, vuelve a pasar junto a la canalización (1,81km), para alejarse definitivamente bajando hasta el Arroyo de Navarrosillos (0,47h – 2,38km).

Cruzamos el arroyo sin mayor dificultad y subimos hasta la loma, viendo el bonito meandro que dibuja el río en su tranquilo descenso. Deambulando por el cerro, nos despistamos y dejamos pasar un primer desvío (4,84km) y un segundo más (4,93km) que tenia previsto para bajar junto al río y ver las ruinas de algo sin identificar.

Pero el error nos
sirvió para ver dos hermosos ciervos, que en la distancia nos vigilaban. Los dejamos en paz y enmendamos el descuido girando a derecha, descendiendo hasta el Arroyo de Cerro Negro (1,53h – 5,32km), que acompañamos unos metros en su discurrir hacia el cercano río Manzanares. Cruzamos el arroyo y remontamos otra loma, para entroncar (5,75km) con la senda que no deberíamos haber dejado anteriormente. Manteniendo la cota salimos al camino (6,25km) que viene de Colmenar Viejo, seguimos a derecha y logramos tener a mano nuestro objetivo, el Puente de la Marmota (2,06h – 6,25km – 638m), punto más bajo de la ruta.

¿Y porque este nombre? es la pregunta que todos nos hacemos al contemplarlo, pues parecer ser debido a la degeneración fonética del término «mamotar», nombre de uno de los cerros cercanos al viaducto por su forma de mama femenina, esta montaña aparece con el nombre Cabeza de Mamotar en documentos y textos medievales.


El Puente de la Marmota fue realizado entre 1756 y 1758 por orden de Fernando VI (1713-1759). Artífice de diferentes obras de mejora de acceso al Monte del Pardo como; Puerta del Hierro o el Puente de San Fernando. En este caso, se construyó para dar continuidad a la valla de El Pardo, situada en la garganta del Río Manzanares.

Formado por un único arco de medio punto y situado a una altura de 11,5 metros, sus dimensiones son; 45 metros de largo por 4,7 metros de ancho, siendo lo más característico el estar inclinados sus extremos para poder salvar un cambio de altura del terreno. En Septiembre de 2012 se restauro con ayuda del Ejército de Tierra que facilitó un helicóptero para introducir la excavadora y extraer 60 sacas de arena acumulada en su superficie. Viendo el Embalse del Pardo, algunas veces en su ribera hay; jabalíes, ciervos y hasta nutrias.


Nueva sesión de fotos, principalmente entre los profesionales; Paco y Fernando, a los que doy las gracias por sus buenas instantáneas. Tras los posados, desandamos unos metros el camino, tomamos una trocha a derecha, y salimos a la “VP Cordel de Valdeloshielos”. Mi idea era subir al Cerro de las Mesas, lugar muy frecuentado por avistadores de aves y de aquí salir al camino, pero Paco me da una alegría dirigiéndose hacia el Alto de la Marmota, lugar que él ya ha pisado y que yo tenía ganas de conocer por sus extraordinarias vistas.


Continuamos nuestro camino por la Vía Pecuaria y en la pronunciada curva a derecha, la dejamos para escalar la abrupta pendiente, cruzamos el canal junto al depósito que volcaba las aguas a la Central Eléctrica de la Marmota, bastantes años atrás, 
hoy día en desuso y lamentablemente medio en ruinas, y alcanzamos la cima y máxima altura de la ruta (7,53km – 791m), nos damos una tregua que aprovechamos para zamparnos los bocatas con unas estupendas vistas como fondo.

Una última panorámica desde esta atalaya al Embalse del Pardo y Madrid (que apenas se vislumbraba por la contaminación), bajamos hacia el norte, hasta el vacío canal, que nos sirve de guía para volver al camino de Colmenar, que aquí es asimismo “VP Cordel de la Marmota” (8,2km). Ahora quedaba por andar la parte mas “fea” y al mismo tiempo la más descansada, por la que ganando altura llegamos a una bifurcación (9,60km) y un kilómetro después (10,60km), estábamos a la misma altura del Cerro de la Marmota.


Giramos a la izquierda por un camino entre muros, saltamos el de la derecha y cruzando las dehesas para abordar otro camino (restaurado recientemente), lo seguimos a izquierda con la vista del sifón del canal a fondo.

Les hago abandonar el plácido paseo para saltar una alambradita, y durante los minutos necesarios para hacerlo, denoto indicios en el grupo de rebelión. Les convenzo al indicarles el motivo, encontrar un enebro en maceta de piedra, cosa que conseguimos cuando ya había perdido las esperanzas, cerca del punto en que se inicia el sifón, valió la pena el desvío, las fotos lo atestiguan.

Y ahora a cruzar otra vez el Arroyo de Navarrosillos (4,30h – 12,2km), en el que depositaba todas mis esperanzas para reconciliarme con la panda, pues lo recordaba muy bello y de poca dificultad su vadeo, todo lo contrario de la realidad (hay que tener en cuenta la estación).

Aquí ya me lanzan puñales con la mirada, en fin manos a la obra, arrimo unas piedras y paso, no desertan porque no les queda otra opción. Desde el otro lado Paco aporta su granito de arena, bueno en este caso su peñasco para facilitar su cruce.

Remontamos hasta el sifón, fotos y a proseguir que se hace tarde, aceleramos el paso llaneando por encima de la canalización, exceptuando dos pequeñas subidas con su correspondientes bajadas, que nos hacen regresar al punto donde nos separamos esta mañana.

Desandamos el sereno y llano camino por el que discurre la conducción del canal y concluimos la ruta llegando de nuevo al puente del Grajal, donde habíamos dejado el coche.

Por todo ello, esta excursión bien se merece 4 estrellas.
Cristobal López

jueves, 19 de enero de 2017

Excursión X073: Cervera de Buitrago - Matachines

FICHA TÉCNICA
Inicio: Cervera de Buitrago
Final: 
Cervera de Buitrago
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia:  14,9 Km
Desnivel [+]: 413 m
Desnivel [--]: 413 m
Tipo: Circular
Dificultad: Moderada
Pozas y agua: Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 3
Participantes: 4

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta






















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
 
RESUMEN
Iniciamos esta ruta en Cervera de Buitrago, que está situado en la Sierra Norte de Madrid “Sierra Pobre” y asentado junto al Embalse de El Atazar. Su origen es de la época árabe, que confirman sus viviendas tradicionales realizadas en piedra con cubierta de teja árabe. Según la tradición el nombre de Cervera proviene de los muchos ciervos que se criaban en el terreno que ocupa el soto boyal y las viñas. Se le añadió de Buitrago en el siglo XIX por su dependencia del Señorío del mismo nombre.

La Iglesia de Santa María de los Remedios, es la única edificación construida en el siglo XVI, época de la que conserva la cabecera. De estilo barroco, muros de mampostería y una sola nave con arco triunfal de medio punto. Un pórtico sobre pies de madera protege la entrada, mientras la espadaña de piedra con tres vanos es su rasgo más destacado. La capilla mayor posee un alfarje morisco y un crucifijo de bronce del siglo XIX.

Se conserva el lavadero y el antiguo potro, y dispone del Museo de los Sentidos, que cuenta con un circuito sensorial que lleva al visitante a experimentar un viaje por la naturaleza a través de los cuatro sentidos. Así mismo dispone de un área náutica, donde practicar deportes acuáticos. También se ofrece servicio de rutas y paseos en burro de corto y largo recorrido, por los antiguos caminos del pueblo.

Llegamos sobre las 10, estamos en plena ola de frío y esperábamos una temperatura más gélida, no obstante decidimos tomar un cafelito en “El Barco Pirata” para templarnos un poco, e iniciamos la marcha a la 10:15.

Seguimos la carretera M-914 dirección sur, unos metros, cuando vemos la señal que nos indica girar a izquierda por la calle de las Pozas y después por la calle del Pozo, para desembocar en el Camino de los Horcajuelos, que lo dejamos inmediatamente para continuar la marca por un estrecho camino escoltado por muretes de piedra y entre qejigos. De la familia de las fagaceas como; la encina, el roble, el castaño, el haya, la coscoja o el alcornoque. Su nombre científico o latino es “Quercus faginea” y vulgarmente: Quejigo, Rebollo o Roble carrasqueño. Produce bellota y tanto esta como la hoja es aprovechada por el ganado. Puede alcanzar los 20 metros y vivir entre 500 y 600 años.

Leyendo los paneles informativos de la senda llegamos a un pequeño embalse (15´- 1,34km) en el Arroyo de Valdehierro, que esta completamente congelado. Retrocedemos unos metros para seguir la senda que salva el arroyo por una pasarela. Remontamos siguiendo la senda, el desnivel que lleva al Camino de los Horcajuelos y cómodamente por el, zigzagueamos para salvar por puentes al efecto; el Arroyo del Vallejo del Saz y el Arroyo Antillana, que componen colas en el embalse de El Atazar.

Dejamos un desvío a derecha (1h – 3,75km) y entramos en el término municipal de Robledillo de la Jara, continuando por el Camino de los Horcajuelos, ascendemos al Alto de Matachines (1,35h – 6,4km – 1.142m) punto más alto de la ruta y no conformes subimos al vértice geodésico.

Bajamos unos metros al Collado Fragüela, donde vimos el Refugio que está muy abandonado y remontamos hasta la carretera M-130, por la que accedemos a la entrada de Robledillo de la Jara (2,30h – 8,76km), donde comemos algo en un parquecito.

Acometemos el último tramo en sentido sur, hacia la Dehesa Boyal de Abajo, cruzamos un arroyuelo por otra pasarela y giramos a derecha por camino, pasamos una puerta y salimos a la carretera M-127 que tomamos a la izquierda unos metros, para cruzarla (10,2km) y continuar por senda, transitando 500 metros junto al Arroyo de la Dehesa, que abandonados poco antes de cruzar la carretera M-914 (3,05h – 11,3km), proseguimos por camino/pista acercándonos al embalse. La pista se acaba y girando a izquierda atravesamos un jaral, así como un par de alambradas pequeñas que no suponen ningún impedimento, para alcanzar la orilla del Embalse de El Atazar (3,30h – 12,8km).

Por el perímetro del embalse llegamos al pueblo y entramos en él por la calle Álamos, un camino de tierra, dejando el club náutico a la derecha, pasamos junto al antiguo lavadero y seguimos por la calle de las Pozas, llegando al punto en que nos desviamos al inicio y dando por finalizado el trayecto.

Por todo ello esta excursión se merece 3 estrellas.
Cristobal López